En el silencio

Ví manos pedír,
un trozo de aliento,
remando en su cara,
dos rosas de invierno.

Pupilas de un siglo,
su lengua es de acero,
sus ojos tenían,
las mieles del duelo.

R

opaje de sombras,
de luna y cerezo,
fulgor de la tierra,
que abraza su pecho.

Su queja es del alma,
ardiendo en silencio,
su sueño se apaga,
a orillas del viento.