Ella quiso

No tenía ganas de decirle que la desvelaba el café de sus ojos,
no hubiese sido una mentira, mas era muy cliché.
Ella prefería decirle que estando con él se sentía en las nubes,
y que sentía que la ropa sobraba, porque solo estorbaba en el camino del conocimiento.

Que sus ideas le alimentaban el alma y su sonrisa el corazón.
Que sabía que no habría un para siempre,
pero que estaba dispuesta a que simplemente fuera su ahora,
y que a pesar de todas esas palabras
nunca hubo una que pudiera describir lo mucho que lo quería.

Q

ue las palabras se las lleva el viento
y el amor es tan escurridizo como una hoja cayendo en otoño,
que la profundidad de sus ojos y el sabor de su voz
no los volvería a encontrar en otro, por mucho que intentase,
y que si bien algunos caminos se cruzan muchas veces,
nunca nos encontraremos dos veces en el mismo punto de la vida.

Ella quiso decirle que lo amaba,
pero la palabra era demasiado minúscula y carecía de significado al pronunciarla entre sus labios,
y así el significado se perdió entre un conjunto de memorias,
memorias olvidadas en un corazón roto con un quizá inconcluso.

Ella quiso decirle que lo amaba...
Y tanto lo amaba que se resignó a verlo partir.