EL SACRISTÁN

2017 Mar 24
Poema Escrito por
Yan

La noche comienza su naufragio
y el sacristán apaga la lámpara
que consume el oxigeno
de sus pulmones, no parece
entender los desafíos de la luz,
la sincronía de los acontecimientos
en torno a una simple lámpara,
necesita la penumbra,
el encuentro cíclico de sentirse
fuera de la órbita permisible.

E

l sacristán masculla una oración,
no por convicción,
tal vez tampoco por la maltrecha fe,
si no por la génesis de su creencia
apostólica, teológica y si Freud
lo permite, iría más allá de una simple
acción religiosa, para redundar
en la búsqueda paterna de un Dios
que pervive en la memoria colectiva,
más no en los anaqueles diarios
de la cruda y exasperante existencia.

El sacristán camina arrastrando
la inercia de mil años a cuestas,
atormentado por el celibato obsceno,
enclaustrado en infinitos paradigmas,
temiendo un día despertar y no encontrarse
entre los vivos ni entre los muertos,
convertido en una vaga reliquia
de su propio dogma cuantificado
por el sacrificio de ser hombre, sin ejercerlo.

La noche comienza su naufragio
y para el sacristán es el momento
de conectarse con su yo rebelde, proscrito,
sin negociar ni un ápice las horas
de libertad que experimenta en un trance
sexual-espiritual, que lo lleva a los parajes
más escabrosos de la mente humana,
riendo cual hiena bajo la influencia dramática
de execrar, por unos instantes, al hombre
cercenado y dar paso al hombre primitivo,
pasional e impulsivo que el poder sacro,
minimiza por cuatro acres en el retórico cielo.

Yaneth Hernández
Venezuela.
Derechos reservados.

2017 Mar 24

Yan
Desde 2016 Ago 10

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