El Hombre en el Mundo
El hombre en el Mundo
Tanta poesía he leído
-se dice el hombre-
de desamores fríos
y agudos pesares
También surrealismos
y por detrás de lo interpretable
filosóficas honduras de tiempo
Teorías al igual que vicios
y cansinas experimentaciones
su alma surcan sin indicios
de otorgar revelaciones
Mas cómo dejar de buscar
entre tanta maraña
de conceptos y artimañas
para conocer de verdad
-se pregunta-
No siempre estuvo aquí
este tarareo incesante
Las cicatrices funden a fuego
lento, e inquiere nuevamente
¿Cuándo aprendió mi mente
a esgrimir, a modo de macabro
juego, la ulterior herida?
Crimen ciego de cada día
donde cada pensamiento
se adhiere al otro como
hongo al suelo y no cesa
el resbalar ante la futilidad
de las posturas
La ira y la inefable tristeza
son sus grandes maestros
pero ¿logra darse cuenta
que estas cosas son espectros?
Cuando el hombre se detiene
y queda vacío por vez primera
recobra la conciencia de Ser
Felicidad y paz le inundan
ante su nuevo descubrimiento
También sabe que fortuito
no es el momento en que
se tornó absoluto, pues
hacia adentro mira
y más allá de la forma
de emoción sanguínea
o indómito pensar
Él cobra conciencia
de lo único inmutable
y eterno
Por los males, ideologías
y excesivas imposiciones del Mundo
el hombre tanta poesía ha leído
sólo para volver a Ser
y comenzar realmente
el camino de la Vida
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