Día Diecinueve

Un sembradío de rosas,
dos amapolas fragantes;
un estornino cantando...
Retazos, de magia y quebranto.

Pregunto al cielo: ¿Dónde está,
la creación más divina?,
si en esta hoja de papel
sólo ha quedado su recuerdo.

Y

los abrazos que nunca le dí
se vuelven en mi contra,
agobiando este día diecinueve,
oscureciendo mi semblante.

Sé que llegará un mañana
y tal vez, pueda mejorar,
mas la playa siempre me recuerda
junto a la arena, mi pesar.

Los vestigios de esa Dama,
el aroma de sus cabellos,
son trastornos de mi alma,
son los tesoros más bellos.

Y los besos que nunca le dí
enraizaron en mis sueños,
volviéndose lacerantes puñaladas
a mi amante corazón.

La llevo en mi mente todo el día
desde su triste despedida,
aún me punzan las sienes,
aún estoy muriendo en vida...

Un sembradío de rosas,
dos amapolas fragantes;
un estornino cantando...
Mi alma soñando con ella...

"...Y este día diecinueve
vuelve a ser igual que ayer,
con versos en mi cuaderno
y lágrimas en mi corazón."