Danzante del Sol
Desde el minuto de tu nacimiento,
Pasando la fría hora que te antecede
Me das toda la motivación necesaria,
Escondes las fantasías que mal guardo,
Pues el rocío, la temperatura está vacía
Aun cuando sonríes siempre despeinada.
Te llaman vida, te suelen llamar día
Y danzas en coreografías silenciosas
Al ritmo de las nubes, al compás del viento
Que reluce el brillo de tus ojos,
Que moldea el arte de tu rostro
Y que escribe el poema de tu risa
A cada paso de la tarde, como jugando
Con la sombra de tu pelo suelto
Hilado de noche pampina y árida
Mas peinado por la brisa marina
Como ofrenda al templo de tu cuerpo.
Suelo creer que al momento de irte
Te burlas de quienes no entendemos
Aquellas puestas de azulados matices
Que reflejan la sequedad de los cerros;
O esas puestas teñidas de carmesí
Que reflejan la humedad de la costa.
Si he de creer aquello, será que hay sueños
Escondidos bajo tu velo de carnaval,
Encogidos en el sabor de tus besos,
Compactados en el calor de tus abrazos,
Ocultos en el pasado de tu sonrisa.
Aun siendo un esclavo del lápiz y el papel
Ruego al cielo más próximo a escucharme
Que permita solo un segundo, solo una mirada
Para comprender que. pasado tanto tiempo,
De verdad no me equivoqué de pensarte.
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