Arde la tarde de tarde
Entre gotas de lluvia insondables
con la dulzura de un nota
que asienta en su blandura;
el inmortal anhelo en el pecho
que huyendo, hoy nos mira.
Ensueño delicioso
apilado vuestro aliento;
rompiendo entre maleza
un nombre en el labio mío.
V
del latido mutuo;
oculto templo que conoce los rincones
en un valle subyugado por la nieve.
En vano, la voz que pronuncia
los emblemas y el verano;
la viña y sus sarmientos infectos.
Obstruido el estanque
se invade la espesura,
do ausentes los peces
y su rumor en la mar.
La ambición frenada,
al borde de las olas
despeñadas al violento golpe;
que infunda agotado el vano pensamiento
devorada la piedad de la memoria.
La niebla vaporosa
con su implicado mirar,
definitiva y tirante como cesan los sueños.
Arde la tarde de tarde,
y moribunda en las riberas
vuestra lumbre de votos olvidada
…no habrá más nada que recordar.
θ
Julio 23, 2025
© 2025 La Dama Azul- Gabriela Ponce de León
Todos los derechos reservados
Conoce más del autor de "Arde la tarde de tarde"