Amor sagrado
Alma humana como la humildad nació un sentimiento que avanzaba más allá de la materia
Rebeca sus piernas firmes su mente suave
Moler un sombrero de campo y ojos azules
No sabían de razas,ellos solo se miraron y fueron uno solo.
Rebeca sabía varios idiomas y su formación era mucha más completa que la de Moler
Moler sabía de campo de gallinas de vacas,caballos y de reír sin parar con sus hermanos...
Se habían conocido en una reunión de familias de pueblo
M
Y logra emocionar a Rebeca.
Después de ese día, las cosas sencillas eran subjetivas.
De alguna manera algo sublime los había bendecido.
Una mirada,un poema,una charla entre risas y mirar la luna de vez en cuando cuando Rebeca escapaba para besarlo...
inocente amor estallaba entre risas y corridas.
Hasta que su madre Malena gritaba y corría a buscar a su Princesa.
Pero como todo es un movimiento continuo como una ruleta que provoca
Temblores así es el universo
Y así somos los humanos.
Estalló la guerra y los nazis avanzaban
Rebeca tuvo que huir con sus padres
Moler fue apresado en la ciudad por defender una anciana que trataba de huir.
Arrojados a un santuario diabólico Auschwitz.
Una prole,una comunidad entera donde el espanto de un rebaño sentenciado estaba en sus ojos.
El los ojos de estás almas se agitaba la fuerza de monstruos desolados sin piedad.
Sobrevivían plagados de mugre.
quebrantada ya la razón.
A la distancia formados en fila
Moler la vio en la otra fila de mujeres
Sin su cabello precioso donde el se enredaba en su perfume.
temblando Rebeca de frío.
Moler la ve como si fuese la joya más hermosa de esta tierra.
Y nota que sus manos dulces recibieron el castigo del esclavo
Estaban sucias .
Rebeca levanta la cabeza y lo ve
Miles de ofrendas se dijeron
Miles de besos invisibles
Miles y miles de
" te amo" en silencio.
un momento que nadie sabía
Unas palabras con los ojos
Tan reales como el sol.
Que nada ni nadie descubrió y
Ayudado por otros prisioneros
Logra escapar por la noche y un minuto de tiempo era para los dos
La fuerza poderosa del amor.
nada podía matar ni siquiera rozar destruir o menos interponerse en este amor.
La fuerza más pura que nos enseñó el universo.
Cuando se encuentran
Moler toma sus manos y lava con su lengua cada dedos sucio de Rebeca.
Se miraron por esa última vez
Rebeca sonrió y Miles decreto:
Tu mirada que retoña y da vida a mí pobre ser.
Nos encontraremos más allá de toda muerte siempre.
Rebeca le dijo:
Con la esperanza voy amado mío
Y al despertar de esta pesadilla
Te amaré encadenada por siempre.
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