Un benévolo ádios

2017 Jul 11
Poema Escrito por
Maria Buscaglia

Hoy en los disturbios que me quiebran la razón,
en el ádios sincero,
que me ha quebrantado los deseos,
amando desde lo más profundo;
Apostando al pasional anhelo
de aclimatar mis sueños,
de irme con Morfeo.
Borrando desdenes en un infernal aposento.
Diciendo en el silencio muerto,
cuan grande es lo que siento,

Avergonzado en el llanto,
de un punto final y un acento
bien puesto.
Desbalanceada en la lucha,
de lo dulce de un beso,
de la cruel y siniestra ,
pero oriunda desdicha,
de mis más apreciados
sentidos, al inconfeso.
Todo es parte de eso,
lo que en profundo o embeleso,
de mis acobardados impulsos,
expresados al confuso,
de la controversia en receso,
en los fuegos quebrantados de mis dedos.
Ahí , es donde me queman a las venas,
la acobardada inspiración ,
donde sin decir la queja,
al alma desnudo,
todo lo que sin historia,
pero un pobre y cálido cuento desarrolló.
Al pasar en cualquier noche,
repudiando con Fe
en el derroche aquel,
de miles de fugaces estrellas,
deseando que alguna de ellas
decoré su coche
y lo quie hasta mi...
pero no ...así escribí
todo por complacerle a si,
y a todo pornerle un fin.
Y aunque nunca me explico el por que,
era mejor así,
no vernos,
no sentir mi mirada en la suya
o su mirada en la mia,
no diciendo las palabras que a bien decir,
expresaban válidas al son de carcajadas,
aquellas que nunca tenían fin.
Pero al sacudir mi pecho,
dejar abandonada el alma,
descubriendo el secreto,
de todo lo maravilloso
que tenia adentro de mi.
Era sentir en mi ineterior
esa fuerza milagrosa,
que me hacia más que feliz,
esa honda de alegría
que hacia brillar más a mi vida
en las claves de la agonía,
que sopesaban frías,
el pudor sin filtro,
de los tantos deseos que le tenía
o que no sé si aún le tengo.
Y tampoco sé si era cobardía,
no sé , ni entendía,
por qué aun queriendonos todavía,
hubo que decir ádios.
Pero lo único que si te expresé,
que además que anhelar hacer el amor con él,
quería reconstruir ese corazón hérido,
dibujarle una luz en su oscuridad,
y decir amandole todavía, que si le amo,
le estoy soltando;
porque para él es mejor así,
y para mi ...
me libera las cadenas,
pues aquel que ama de verás,
nunca esclaviza el alma , ni el cuerpo,
sólo le da alas,
para viajar lejos,
y en lo que las horas pasan,
y no se detiene el reloj,
quien tiene el veradero adios
será la conspiración
entre el Padre Dios
y lo benevolo del tiempo.

2017 Jul 11

Maria Buscaglia
Desde 2016 Jul 06

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