Lapislázuli
La sal del líquido elemento
mantiene sutil el fuego añil,
que blande la calma de las piedras.
Descubierto el corredor del horizonte
un acorde murmura sonidos oleajes;
obsequiando desmedido, el latido ardiente
del llamado lapislázuli.
Un reflejo albor
sobre rompientes crestas;
prolongada la urna del viento.
Así, el ave placentera
extiende sus nupciales velos
hacia el embeleso del ardiente sol.
Desnudado el espíritu
éste, se congrega libre
en las tibias dunas de la clara arena.
Envuelta en la humedad de las ropas,
la vibrante estrofa no aparta la mirada
de todo cuanto abarca el halo luz.
Transparente el agua
se cubre de cerúleas filigranas;
incrementando la promesa sempiterna
en aromas consagrados de substancia.
Libre la palabra de un amaneced,
aguarda en su magna obra
la belleza de una verdad atril.
Que acontece a la cálida estación
de un rocío pétalos, en lotos y victorias.
Presente, la constelación de joyas
brillase nívea sobre el marino vaivén.
Atesorado el verbo en la obra;
anuncio la afable ceremonia
de saberse vivo,
ante el canto de olas.
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Fondo Musical: London Symphony – Symphony 5 in C-Sharp Minor: Adagietto
Agosto 29, 2018
© 2018 Gabriella, La Dama Azul. Todos los derechos reservados.
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