Algo tuyo

Todavía me queda algo tuyo: el dolor del adiós;
la tristeza escondida tras el negro de mis ojos,
la clásica nostalgia por haberte perdido
y en el alma, un montón de poemas
que quedaron sin voz.

Todavía me queda tuyo: la locura de un beso,
la montaña increíble que de ilusión se vistió
la noche indecisa que se expone al olvido
y la sábana húmeda de pensar en tu amor.

T

odavía me queda algo tuyo,
que el tiempo no me arrancó;
la estrella que te trajo y te puso en mi camino
la mágica sonrisa que una vez me confundió
y el calor de tus manos,
asfixiante y divino, convertido en razón.

Todavía me queda algo tuyo: el roce de los labios,
la mística, la bruma, la química emoción
las rosas que nacieron y quedaron sin brillo
cuando te negaste a amarme,
sabiendo que eras mi amor.

Todavía me queda algo tuyo,
que prendido quedó en mi corazón,
una extraña y profunda sensación de luto
una ingobernable sed de atracción
y una pregunta sin respuesta cierta:
¿por qué me negaste tu amor?

Todavía me queda algo tuyo y no sé,
¿cómo hacerlo historia y pasión?
¿cómo dejarlo dormido en los brazos de un poema?
¿cómo pedirle que se marche y saber que me quedó
el alma enamorada y solitaria,
con el increíble dolor del adiós?

Zadomen