La Sodoma del Neón.

El cadáver pétreo
Muestra a la luz de la luna
El esqueleto carcomido
De la ciudad sin fortuna.
El tiempo olvido su nombre
Sodoma del neón
Mar de burdeles
Gomorra y sus jurdeles.
C
De ira divina presa
Los restos expresan
Un corazón de carbón
Que se encendió demasiado deprisa
Por el tacto de la brisa
Hoy ya no se divisa
Pues esta la apagó.
Más aún hay en ella
Vida y cosas bellas
Más allá de la ceniza
y los rostros quietos.
Rostros aún hermosos
Aunque indecorosos
Pues sus placeres viciosos
Les obligan a estar aquí
La sal que forma los cuerpos
De aquellos suspendidos en lo eterno
Presos de este preciso infierno
Que es eternamente vivir
El profeta mira y llora
Es todo lo que puede hacer
Pues una de esas estatuas
Con él solía yacer
Que el pecado me coma
Exclamó
Que el aire me falte
Exhalaba
Que si el amor que me abrazaba
Era impuro o pecaminoso
Con el pecho henchido y orgulloso
Me ofrezco a arder.

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