El Enigma
Bajo las piedras
En algún rincón soslayado, inevitable
Se esconden enigmas
De nombres largos
En la cerúlea canción del lago
En su cadencia acuosa, o en sus lotos
Se deposita el paso, violento o tímido
Del río
Pero, ¿quién se sabe su historia,
Su enigma, sus penas quietas
Quién empuja, veloz,
Su cause rebelde y maltrecho?
¿Quién acelera los vientos en las noches
O hace latir el corazón de los ratones?
El instante pierde su magia
Si se analiza
Allí, sobre la arena muerta -o dormida- de la playa
O entre las grietas más osadas
El enigma se vuelve mundo
Universo invencible de bellezas
Y en la jungla, que se quema -quemamos-
O en el cardón atado al desierto
Se precipita un rumbo distinto
Un universo diferente al que vivimos
Un fuego, un enigma cansado y familiar
Un enemigo inmortal y amigable
Un proyecto de bala y lanza
Para nuestras manos hambrientas de sangre
A veces -en la noche- busco el enigma en las estrellas
Fuera del aliento encerrado de esta atmósfera
Me da frío, o sueño
Y se me van las ganas de descifrar el cielo
Su imponente antigüedad -que ignoro-
Su desplante diario en azul
Sus nubes, su temperamento ingrávido
Y aliento de vida y muerte
El enigma, -creo-
Sigue oculto en el anhelo tosco del silencio
Y en su pausa célebre y conspicua
Tal vez si me callo ahora, pueda verlo.
Comentarios & Opiniones
Caballero, se discurren pasos sobre la lectura de vuestra letras dentro de una suave magia.
Reciba mis cordiales saludos.
"En la cerúlea canción del lago
En su cadencia acuosa, o en sus lotos
Se deposita el paso, violento o tímido
Del río"...