Un ramillete de Estío
Solo quedó entre mis manos,
La Tarde cerró sus luces
Llevando el cariño mío.
La penumbra de mi cuarto
Aquél donde tú me amabas,
Quedó sola, sin testigos
De otrora pasión pasada.
El elixir de tus besos
Tú carne fresca, fragante,
Y el placer interminable
De tenerte en ese instante.
Bebí de tú cuerpo todo,
Recorriendo sin desmayos,
Tus rincones, recovecos
Nada, quedó sin mis labios.
El erotismo brutal
Por momentos descarnado,
No respeto los esquemas
Solo primó, lo deseado.
El aliento entrecortado,
Tus gemidos de Mujer,
Llenaban esos momentos,
Qué ya nunca, han de volver.
El Cielo bajó a tú alcoba
Y allí conocí el Edén,
Tú cuerpo fundido al mío
Empapado de placer.
La vida siempre regula
Te permite solo instantes,
La felicidad no es eterna
Y los amores, son errantes.
Aún hoy a la distancia
Cariño, te siento a mi lado,
Y a pesar de estar distante
Añoro tiempos pasados.
Tus paisajes dieron marco
Junto a una copa de vino,
Temo pronunciar tú nombre
Y empañar.., ¡ Lo tan divino !.
PLATINO