Cerraste El Puño...
Cerraste el puño.
Rayos dorados
huían entre tus dedos.
El sol murió en tu mano.
Volviste cenizas todo.
Los días se vuelan en el polvo.
El viento lo arrastra todo.
No respondo a nada.
Las tardes grises de melancolía
me invaden en silencio de pájaros
marchándose a lo lejos,
llevando mis pensamientos
en sus alas sin destino.
La lluvia llora sobre el mundo.
Si pudiera también llorar...
Tu nombre muere en mi boca,
en los vacíos que dejaste
en tu partida.
Oh, la muerte está abrazándome,
esta besándome
con lagrimas en su mejilla.
Una lapida llevo en el pecho.
Crecen las flores de
un mundo sin color,
alimentadas por rencores
de mi alma.
Caí en el suspenso
de un tiempo dormido
en el fondo de un abismo
que te llora.
-¿Donde está?-, pregunto al viento,
que en cenizas arrastra todo
a un final que no deseo.
Dormiré
bajo las nubes grises de la tarde,
arrastrado en el viento
al polvo de la nada.
Moriré
como mueren las hojas
que giran sin destino.
Separándome del cuerpo
andaré el camino de la bruma,
liberándome de ti.
Comentarios & Opiniones
Difícil decir adiós. Un gran placer la lectura de tu bella obra. Saludos David Morel.