En la ruta de mis sueños

Cansada y con vértigo, recostada en mi lecho cubierto de sábanas que impregnaban nada más que el olor de tu perfume, volaba entre mis sueños.

Debatía con la muerte, que guíaba mi sendero para encontrar mi descanso... Seguía buscando la ruta que me hiciera llegar hasta tu presencia.

Me encontraba navegando en tierras desconocidas; sobre una nube de ilusión por encontrarte, temerosa de los obstáculos en los que podría perderme sin antes mirarte.

Y cuándo al final se detuvo esta mi blanca nube; haciendo su última parada en la estación de mis sueños vagos le agradecí y me pregunté, ¿qué tan cerca me habría dejado de tus adictivas y sublimes imágenes?

Dichosos recuerdos que ahora sólo yacen en mi memoria hechos espejismos, dejándome con hambre de ti.

Muerte ayúdame, concede mi deseo de verlo por última vez esta noche.
¡Ella de seguro no me hubiera dicho nada!

Por qué su respuesta simplemente habría sido tu suave mano tocándome el corazón por la espalda, tu voz, tu última mirada.

Quizás ella ya me habría llevado hasta ti; en la ruta de mis sueños te quiero como para no dejarte ir, hambrienta de ti...
¡Me dejo ir porque te quiero!