Mi propia frontera.

He llegado a la frontera más infranqueable que vi
amurallada por rocas , custodiada por arcanos,
tan insistente es mi ruego que me permiten otear
y descubrir tras de ella sentimientos muy humanos.
Imprudencias y flaquezas en el más alto pináculo,
luces y obscuridad en la loca exploración,
sabiduría, ignorancia, resentimiento, cariño,
tristezas y frustraciones , enfados y satisfacción…
La vergüenza y cobardía, el egoísmo y el dar
la paciencia, la zozobra, la vileza y dignidad,
el amor y la traición, la amistad y el desapego,
el trabajo y la pereza, gratitud y falsedad…
Sentí que esta frontera más allá del pensamiento
hizo despertar el alma y elevar a mi conciencia,
le vi sentido a mi vida, comprendí la realidad,
los arcanos me llevaron al límite de mi existencia.
Nunca pude distinguir los hechos con claridad,
siempre al borde del abismo con su fuego abrasador,
pero hoy pude asumir, que he logrado lo increíble
superé esa frontera en búsqueda de mi interior.
Valores y antivalores propios de las circunstancias,
los primeros con derecho a escaparse de las sombras
para vivir en verdad, confiando en uno mismo,
tejiendo con nuestras manos de alegrías las alfombras.
La paz y la indulgencia deben correr como un río,
agradecer cada día sonriendo cual girasoles,
afrontar que vivir solo te ayuda a decir que hacer,
y aceptar que los problemas simplemente son lecciones.
Soy dueña de mi persona, Dios me ha quitado la venda,
descubriendo mi interior firmé la paz con la guerra,
reforzó el discernimiento en lo profundo del ser
para que goce mi vida que es tan corta en esta Tierra

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Dilapidamos exagerada energía y demasiados momentos en evocar lo que ya no tenemos o lo imposible…
Podríamos transformar ese tiempo en saborear el presente, lo que somos y lo que mantenemos al alcance.
Hay que aceptarse como uno es, no cegarse con utopías , perdonarse las imperfecciones y proponerse ser feliz con las pequeñas cosas de la vida.