Instintos Salvajes

poema de KYOA

Yacía en la medianoche
Sentado en el coche
impaciente con sed de hambre
Esperando a ser hombre

Rabioso de su boca salía espuma
Mientras su cordura se esfuma
Diseñando la coreografía de sus bocados
Como un niño divirtiéndose con sus juegos

El pobre animal desesperado
Con ganas de cometer su pecado más profundo
Sus manos por la suave carne va deslizando
Como tigre feroz va dominando

Un conejo quieto disfrutando del cielo
Mientras el león devora con su lengua listo para acabarlo
El conejo no para de acariciarlo
Y como leopardo encima de el para matarlo

Instintos incontrolables
Animales pasionales
El tiempo pasa más rápido aunque calles
Y una cascada como la profunda montaña mientras más te introduces

Cae el misil, con un destello juvenil
¿Te hiciste más débil?
O sólo caen como abalanchas de emociones y sentimientos
El árbol de la fruta prohibida, comiendo su manzana mirando sus ojos

Enganchando la cabeza en las delicadas piernas
Y unos labios sueltan como calmantes sus palabras
Impacientes esperan otra vez las puertas
A que este amor ahorre sus vergüenzas