…Debe ser pecado…

Consagras tu cuerpo, alma y corazón a una orden religiosa, tus más puras sensaciones las condenas bajo una vida monástica.

Ostentas un ropaje blanco y negro, que encarna lo bueno y lo malo, un crucifijo te acompaña día y noche y en el enclaustras todas tus pasiones. Pidiendo a dios y a los santos que te desvíen de la codicia que sentiste por un hombres.

Fusión de tu cuerpo concebiste al conocerlo, más fuerte son tus deseo que tu credo.

Logre penetrar un lugar sagrado donde severas leyes rigieron tu vida, edificando en ti un muro que no le permite paso al erotismo y al amor.

Desmoronándose todo ese mural, te hurte y cortes fue mi mirada al quitarte la ropa y encender tu hoguera, me cogiste en tu lecho mientras ibas pecando en el mío.

Fue tanto lo que absorbimos, como el calor que sentiste que tu cuerpo se disipó junto a tu fe, a la vez, que tu alma se esfumo y conoció el universo.

… debe ser pecado… pero moriste en mi lecho por mi piel y al retornar, renaciste convertida en mujer.

… debe ser pecado… pero me condescendiste a alcanzar tu niñez…

… debe ser pecado… pero me amaste y te amé.

… debe ser pecado…