A mí madre
Cinco lustros han transcurrido
del amanecer frío y nostálgico
de aquel 2 de octubre, lluvioso
lleno de brumas cómo mi ser;
fue el momento de tu partida
negrita mía cuando dejaste esta
tierra y pasar a otra dimensión.
Un retumbo en mi corazón hubo,
al saber que ya no estabas
con nosotros, tu espíritu volaba
en busca de otro lugar para
habitar en la eterna vida de las
ánimas idas.
Yo... Queriendo evitar el dolor interior
no aceptaba aquel hecho que trascendió
toda mi endeble y humana estructura,
hasta que torné tu rostro sin vida hacia
mi y clavando la mirada en la sonrisa
que quedó dibujada en tus labios
esa madrugada de tu partida me
di cuenta que ibas feliz.
Los recuerdos guardados en mi memoria
vienen y van, son cómo una cinta
de la cinematografía donde aparece
mi negrita, mujer de ñeques, sencilla
y humilde que llenó mi ser de amor
en está primogenitura quedando grabado
cómo en una fotografía.
2 de Octubre de 2021.