El túnel

Huyendo del caótico exterior, nos adentramos a un túnel repleto de piedras de angustia y frustración, hojas de enojo y amargura, espinas de incertidumbre y miedo.

No miremos atrás, es una vía sin retorno. Asiere mi mano, que en la penumbra nos guíe el fulgor de tus ojos, que en el eco nos conforte la melodía del latir de nuestros corazones, que sean la miel de nuestros labios y la desnudez de tu cuerpo ceñido al mío lo que calmen la sed y el hambre, que la esencia de nuestras pieles sea un consuelo al desasosiego.

No miremos atrás, no añoremos lo que fue, ni ensoñemos lo que será, nada es perpetuo pero hagamos de este amor algo eterno.

Comentarios & Opiniones

Leo Campos

Me gustó demaciado tu escrito, muy bueno

Critica: