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Vamos a la cama, no te estoy pidiendo que me ames, sé que no estás dispuesto hacerlo y créeme, a estas alturas no necesito cursilerías, ve a la mesa y toma la botella que se encuentra ahí, destapa y vierte un poco de vino en mi cuerpo que está ardiendo al saber que no ha sentido otra piel, otras manos por mucho tiempo y ahora sabiendo que estas apunto de gozar, de poseerme y que yo haré lo que más me gusta hacer, si, tener tu verga entre mis nalgas, recorriendo mis pechos, lamiendo cada espacio de tu cuerpo, eso me lleva a la excitación y placer, disfrutando cada minuto, guardándolo en mi memoria para futuros encuentros conmigo misma , mientras yo disfruto tu sensualidad despiadada, tocare mi vagina lentamente y frotare mi clítoris para estar en tu sintonía, besando tu verga firme y erguida me doy cuenta cuanto lo disfrutas, que es mi momento y tengo tanta hambre de ti, muéstrame que tan perro puedes llegar hacer cuando nuestras almas se unen y sienten esa sensación de fuego que invade en todo el ser, cógeme ¡carajo!, que no entiendes que estoy sedienta, mi cuerpo desnudo te pide a gritos que me hagas tuya, sé que eres capaz de destrozarme en el buen sentido, y me encanta la forma en la que te quejas cuando logras sentir mi vagina tan caliente por ti, mientras que mi cuerpo suda de tanta energía que se esparce en nuestra cama, yo me doblare por que no puedo más estoy a punto de venirme mientras tu jalas mi cabello y tratas de ahorcarme con esa fuerza pero también sutileza que te caracteriza, no pares! no pares! ya casi llego, ya casi exploto, estrújame, úsame, soy esa fulana que no le teme a nada, no tengo tapujos, estoy vacía, pero sabe coger de una forma que querrás volver, aunque no sé si quiera regresar a ti, tal vez porque cuando tú me pienses, con otro hombre yo follare.