Sasha

"Puta!!... Odio decirlo de la manera mas vulgar y lo siento, pero necesitamos cada palabra puñetera que tengamos y hay unas cuantas que quisiera decirte, a decir verdad, quisiera odiarte, pero me da un poco de miedo, que demonios se supone que haga?".

-que estúpido!!- me atrevo a pensar mientras envuelvo mis palabras en un trozo de papel, así que me levanto de mi pequeña silla y observo la habitación detenidamente y, me dispongo a marchar cabizbajo a mi inminente fracaso, de conquistar a la única chica que amaría en toda mi jodida vida.

Ella es hermosa y lo sabe, pero duele el pensar que lo que simplemente ella necesita era alguien que no fuera yo, a un galán salido de una novela romántica, sensible, carismático,inteligente, guapo, un chico que la abrazara enfrente de sus amigas, que le regalara rosas, chocolates, y tal vez un oso de peluche, que la sacara a bailar su canción favorita, y le coqueteara cada mañana al despertar, un chico seguro de si mismo, intrépido, capaz de sacarle una sonrisa en los momentos mas tristes, pero, sobre todas las cosas, que la hiciera feliz.
Pero mi ingenio absurdo parece obligarme a quererla tetricamente, entre mis perturbadores sueños yo solo quería hacerle el amor a su conciencia, para que no muriera de des amor en sus largas noches de soledad, en aquellas noches de insomnio donde todos los ruidos se callan, donde todo se vuelve tan silencioso, esas noches en las que te da un poco de miedo, por que de repente todo se siente tan vacío.

Es una noche fría y desolada y me atrevo a caminar por las calles sin dirección fija, mientras exhalo el humo de mi cigarrillo como es de costumbre, antes de tirar la colilla al piso decido sacar aquel trozo de papel que llevo en el bolsillo, y repito constantemente mis palabras en silencio, -"que demonios se supone que haga??"-.