La cueva encantada
poema de abora
Al final de la ladera, mi destino aguarda,
percibo su olor, que a mis sentidos embriagan,
especial es el perfume, que Guayadeque emana,
dichoso me hallo al respirar, el alma de esta tierra sagrada.
El cantar de dos cernícalos, mi andar acompaña,
su melodía me guía, por esta vereda mágica,
en el cielo azul, veo su épica batalla,
contra el poderoso Eolo que pugna, por doblegar sus alas.
Un susurro desde la lontananza me llama,
revela la más bella voz de mujer jamás escuchada,
tan maravillosa que hasta las legendarias sirenas de Ulises codiciaran.
Hechizado sigo la melodía danzando entre las tabaibas,
mi sino está cerca, detrás de una luz dorada,
la entrada, de una cueva encantada, por una bruja habitada.
Comentarios & Opiniones
Que letras.. Recorrí con cada verso esa arcana cueva.. colmadas de misterio .. de ojerosos cernícalos.. con sus voces congregadas... que maravillan lo oculto.. y danzan las majestuosas y hermosas de hermosas musas .. que encandilan mi alma.. y ...
... sucumben mis sentidos.. en la dorada cueva.. Ah, bruja.. me quedo por tus musas.. !!! Un encanto de letras.. Orlados por bellos versos.. Un honor estar. Abrazos fortísimos a la distancia.. !!!!!!
Me encantó... Reconozco esos mundos, Abora...
Muchas gracias a todos compañeros por vuestras amables palabra.