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Poemas mejor votados desde Octubre 03

poema

LEAL COMO EL SOL

Lealtad...¡Oh Sol! en tu fiel recorrido,
de Este a Oeste transcurre tu espacio vital;
no le teme a la nieve y no al temporal
es fiel, es digno a su viaje querido.

Y ya ves; ¡Lo opacó una nube maldita!
Un trueno violento borró su esplendor;
es fino, sincero, valiente su amor
y su haz brillante jamás se marchita.

Es leal, sencillo, regala calor;
Arcoiris vistoso en él se recrea,
tras la lluvia se abraza a su amor.

No traiciona; generoso broncea
nuestra piel; ofrece su dulce candor
y al verde del campo el Astro pasea.

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INTENSO ETERNO RETORNO

INTENSO ETERNO RETORNO
(“Nietzsche y el tiempo”)

El imperio había disfrazado su espada.
Ese acero silueta de cruz tenebrosa.
Y su credo de miedo tras toda frontera.
Y hasta en los cielos tambores de guerra.
Las catacumbas saben de refugiados.
Hasta los animales temían expansionismos.
Sus sanguinarios espejos parieron opuestos.
Vengadores feroces, Atilas de sangre vecina.
Y cruzaron espadas sobre huesos e historia.
Y el tiempo circulaba de batalla en batalla.
En un lapso se olvidaron que todo retorna.
Del imperio su máscara de libertad para todos.
Y sus armas seguro de paz en los pueblos.
Pero a su paso semillas de guerras y muertos.
Un nuevo César en volantes muy democráticos.
Sin embargo, la muerte pretendida de aliada.
Esa Parca no sabe de colores ni de justicia.
Le da lo mismo y mejor parezca verde la luz roja.
De ganancial no solo dinero, ¡acaso de vida!
Y con guerra la mejor forma de cosecharlos.
Porque maduros los campos llenos de verdugos.
El eterno retorno despertando enemigos o aliados.
¡Quién sabe del otro lado Atila y Gengis Kan juntos!
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06/10/2024
© D.R.
Fondo de Música Marcial.

poema

Viajar al pasado

Vivir en los recuerdos, significa mantenerme en un recuerdo atemporal y sin espacio. Pasear con otra versión de ti y de mi, eso es el pasado.
Que gran asombro el viaje de tiempo en la memoria, es como si ese espacio conservará la lógica de este mundo y escondiera un poco de la realidad disparatada. Gran asombro el mundo de las ideas.
Universo intangible donde aún vives, ojalá pudiese descansar sobre el pasado y dejar de agonizar del presente.

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CUANDO UN AMOR SE VA

CUANDO UN AMOR SE VA

Cuando se va un amor sonría tu beso.
Y alégrate porque no existe distancia.
Simplemente un espejismo gran lejanía.
¿Llorar? Que no derrames diamantes, no.

Cuando se va un amor siempre retorna.
En la forma que sea y sueñas su abrazo.
Tus rizos entre sus dedos placer divino.
En viento suave y tibio que te acaricia.

Cuando un amor se va tú en su mirada.
Porque a sus ojos ya estás sobre todo.
Así tan feliz del amor más verdadero.
Y si no vuelve, será que nunca te quiso.
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14/10/2024
© D. R.
Bonita música: “ROMÁNTICA”.

poema

No me quieras

No me quieras, si no esperas algo profundo, sin comienzo ni fin.
No hagas, si no quieres ver como construir belleza sobre escombros.
Y no!, no soy cobarde porque no le temo el enamorarme, solo ya no quiero sentirme vulnerable con alguien, que cualquier momento me destruye.
Cargo coraje bajo mi piel.
Sí dudas, sientes un vacío a medias, entonces no me quieras.
Yo soy de ahogarme en lo más profundo, de correr sobre arenas movedisas,
bajo relámpagos.
Soy quien ama los paisajes nublados,
la que hace el amor en medio del bosque, bajo esa noche sin fin.
¿Tu no quieres arriesgar?
Dudar hasta de tus propios gustos.
No me quieras, porque no soy completa,
Pero se amar en lo más profundo del alma.

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EL LIBRO DE LOS MALDITOS

EL LIBRO DE LOS MALDITOS

Según un viejo manuscrito comprado de anticuario en París, el nigromante apócrifo decía a su amigo Franz Seither uno de los exorcistas de Speyer entre 1850 a 1880 que, ya desde tiempo faraónico “El Libro de las Puertas” advertía de peligros a los que sería sometido su espíritu del difunto en tránsito del más allá. Y le contaba que en una de sus sesiones tratando de averiguar al respecto, pudo contactar con un ladrón de tumbas egipcias muerto por “Guardianes del Secreto” de la cuarta pirámide negra en Guiza (¿?). Así el espiritista supo del “Libro de los Malditos” existente inclusive desde la noche de los tiempos y cuyo original era prohibido a los despiertos. Su informante dijo que en la época faraónica se hallaban unas estelas reveladoras en el archivo subterráneo de Saqqara, objetos rituales muy restringidos por su directa conexión con las puertas del tránsito de los muertos. Según tal difunto que avisó del libro, por decisión de los dioses oscuros se mantiene permanentemente actualizado. El famoso nigromante le aseguró a su amigo Seither que cuando interrogó al fallecido la forma de acceder a ese libro, contó que mediante un sueño quizás si ya lo merecía tendría la “llave” de ingreso, no sin antes confesar con incomparable dolor, de haber descubierto su nombre dentro de las condenadas páginas.
Y así fue, el nigromante se soñó en un pequeño castillo austriaco a orillas del Rin, donde a plena luz lunar en el altar del oratorio una sugerente imagen con el libro de malditos escrito en letras góticas y más al fondo formas espectrales entre un paisaje muy triste, neblinoso y sepulcral; en unos instantes supo que para mover sus páginas debía empezar a enumerar los espectros cuales si fuesen ovejas que se van contando para conciliar el sueño en caso de insomnio. Ya el ocultista se disponía usar esa forma de acceso, calculando cuántas almas, espíritus desprovistos de sus cuerpos estarían por ese más allá entre las sombras arcanas; sin saber, sin darse cuenta que así llamaba su muerte,…su maldición.
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10/10/2024
© D. R.
Música antigua.

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Río de vida

En el río de la vida
las ausencias son recodos que no pueden rellenarse.
Turbias aguas se mueven en remolino
agitando una melancolía que extremece.
Un diario con dedicatoria,
va dejando sus hojas en blanco.
Porque en blanco se antoja el pensamiento para cerrar la puerta al sentimiento que el recuerdo acecha.
El tiempo se para como nebulosa que encierra un mundo vacío.
Quizás la neblina desaparezca un día y el sol ilumine en carrusel
al tío vivo para que de nuevo gire.
Pero el hueco dejado jamás volverá a la solidez de antaño.
E. Escribano

poema

Yo tenía un amor.

Yo tenía un amor,
Un amor con el que reía,
Con el que caminaba de la mano,
Tenía la sonrisa a flor de labio,
Y los ojos entintados de luz.

Yo tenía un amor
Con el que me resguardaba del frío, del viento helado del olvido que me punzaba.
Del humor desabrido y simple.
Yo tenía una asidero, del que me sujetaba para no caer.
Pero llegaste y todo lo cambiaste,
Me caí al abismo por tu piel,
Resbale el fondo al escucharte,
Caí y no pude levantarme
Y me arrastré cuál vil gusano.
Mendigando un mendrugo de amor falso.
Yo tenía un buen amor, antes de que llegarás.
Era mi amor propio.

Extracto de "Amor de un viejo"
Todos los derechos reservado,
Ciudad de México a 06 de noct de 2024.
Falstaff