De la eternidad
Con mucha pulcritud y rectitud,
Formo un legado sin similitud,
Con una sonrisa contagiosa observa a su familia orgullosa.
El tiempo es una sincronización de hechos y circunstancias,
Tuvo momentos difíciles y de abundancia.
Conoció un buen hombre,
Mi tio añorado,
Darle un ultimo abrazo hubiese deseado,
Ellos juntos formaron una familia,
Los recuerdo los domingos siempre el asado en la mesa compartiendo con mucha alegría,
Pero terminó el verano y asomo una brisa fría,
Ella tan dura como el roble con un corazón muy noble,
Conoció el cielo nublado de la vida,
Donde una tragedia repentina borró su sonrisa.
Paso días mirando el Sol por la ventana,
Pensando en si valdrá la pena un nuevo mañana...
¿Quienes somos nosotros para juzgar las decisiones de una persona, cuando entre el cielo y la tierra experimentas el mismo infierno de la pérdida, cuando en un segundo todo se desborda y aquel que te acompaño 52 años, en paz reposa?
Vivió el duelo y me dejo una enseñanza,
"Que las paredes te carcomen día a día si no lo contemplas con semblanza, pero la alegría de la vida está en nunca perder la esperanza"
Dejo de ver el Sol por la ventana,
Y al dejar ir a quien fue todo en su Vida,
El duelo se convirtió en ceniza,
Y en un instante zurco con la brisa.
Ahora irradia alegría y felicidad,
Danza baila y deja otro legado a la posteridad,
Que a pesar de los años nunca está de más volver a empezar,
Y sonríe a la vida y mientras más pasa el tiempo vive decidida,
De no volver a ver el Sol por la ventana,
Mientras que su amado por siempre con mucha serenidad, le sonríe en el vástago,
de la eternidad.
Poema dedicado a mi tia Damiana Vera
Aldo Vera
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