¡Se tenía que decir y se dijo!

Me vale madres si tu novio es karateka, asesino serial, cabrón, casanova o pendejo. No lo conozco y no pienso darle el gusto de hacerlo. No sé las chingaderas que le hiciste y las que te hizo a ti, sé muy bien lo cabrona que puedes llegar a ser, pero no me da miedo el dolor que tus besos, abrazos y caricias pueden causar a largo plazo.

No me interesa que tu amor me deje ciego, mudo, cojo, manco o paralítico; sólo quiero permanecer junto a ti sin importar si estoy en medio de el.

Que te valga madres el por qué y para que te quiero, a veces las cosas solo suceden por que sí, no tengo todas las respuestas y no tengo ni una puta idea del porque deseo estar junto a ti; tal vez sea el impulso de la incertidumbre del mañana o simplemente por que tu inteligencia y belleza me suficientes para enamorarme de ti.