Cuando no estás

Cuando no estás

En un hueco del aire te has caído y has perdido la piel de las palabras.
Te has atado las manos al silencio para no delinear ni un sólo beso en los escaparates de la incertidumbre.
Me dueles como escarcha entre los dedos ateridos de nadie.
Sin embargo, presiento que aún estás ahí, acodado en la garganta de este grito que rasguña la voz de esta lluvia de agosto...
Te presiento en las mariposas heridas que aletean en mis manos atravesando el iris de las sombras...
Te presiento en ese murmullo de caracol vacío perdido en la deriva de un naufragio.
Aunque huyas de mí arrastrándome los sueños atados a tus versos, puedo jalar tus latidos hacia las vertientes de esta soledad donde una canción no deja de cantarte en un estribillo conmovido
de jazmines.
Te mueves entre puntos suspensivos cubriéndome del frío con los fonemas tibios de tu nombre y aquí...en el hueco de mi mano alejado del mundo, intentas dormirme el corazón sobre tu boca para que no me alcance la muerte...la muerte de la ilusión...porque cuando tú no vienes a buscarme, sigue lloviendo fuerte en todas partes y el frío se hace dueño de las calles.