Oda a Walt Whitman.

Soy la marea.

El mar me escribe en espuma

y me borra en arena.

No tengo rumbo fijo,

la vida me tambalea...

pocos saben por qué lo digo.

Soy el águila real,

el canario enjaulado.

Yo me canto a mí mismo,

que para mí,

es el único canto esperado.

Soy el viento del norte

y del sur,

la tormenta

en los campos de girasoles,

la cara oculta

de la farola de la noche.

Una hoja de hierba

que se ha salido del camino...

pero no.

¡No!

No estaré perdido,

mientras me cante a mí mismo.