Mañana tendrás un nuevo amanecer
No os voy a ocultar,
que hoy me acompaña un sentimiento desolador,
que perdurará siempre,
que recordaré eternamente.
Pero también me acompañáis vosotros,
que me arropáis y sois mi apoyo y mi consuelo.
Cuando somos pequeños,
recibimos el amor de nuestros padres,
y cuando crecemos, no lo recordamos.
Cuando somos adolescentes,
recibimos el amor de nuestros padres,
y parece no importarnos.
Cuando somos adultos,
recibimos el amor de nuestros padres,
y parece estorbarnos.
“Y nada es así”.
El amor, el afecto, el cariño que recibimos,
siempre se mantiene,
y la distancia aparente no importa.
Pues la,
la sola esencia de un ser querido,
nos reconforta.
Y aun en la distancia,
podemos sentirnos unidos,
más fuertes que nunca.
“El Cosmos,
la Naturaleza,
la Madre Tierra y Dios,
lo permite así”.
Soy una persona afortunada,
porque soy hijo y soy padre.
Aunque he de confesaros,
que cuando medito esta circunstancia,
me invade el miedo si pienso que mi hija,
cuando crezca no recordará a su abuelo.
Y sin duda estaré equivocado,
pues yo he sido testigo de su complicidad,
y os aseguro que el Amor, siempre queda.
Y por supuesto,
yo la hablaré de él, le recordaré.
Y si yo fallara y olvidara mis palabras,
os ruego a vosotros,
que no me lo permitáis.
Mi padre es una persona valiente,
para su familia y sus amigos, un tesoro.
"Para mí, un héroe".
He sido afortunado,
pues he disfrutado el tiempo suficiente,
para experimentar cómo un hijo quiere a un padre,
y a querer a un padre como si de un hijo se tratase.
Para mí no existe diferencia alguna.
Estoy convencido de que la herencia de nuestros padres,
y las buenas acciones de nuestros semejantes,
ayudarán decisivamente,
a convertir en buenas personas,
a nuestros hijos y a los suyos propios.
Quiero creerlo así, pues
"Todo se transmite,
forma parte de una ley universal,
y nada cae en el olvido".
Ahora cuando mi Fe se tambalea,
confío en vosotros,
que me repetís,
que la vida no es un acontecimiento sin sentido,
y que por el contrario tiene una continuidad.
Me reconforta pensar que mi padre
ahora ha vuelto a casa,
con su familia,
y me sosiega la esperanza
de que de la misma forma,
mi padre vendrá a buscarme cuando llegue mi hora.
Ruego porque sea así,
y rezo para que cuando partamos de esta vida
todos seamos correspondidos,
con un nuevo amanecer en la otra.
Hasta entonces,
con estas palabras os doy las gracias,
con la esperanza de que en ellas,
y en nuestras oraciones,
encontremos paz y consuelo.
Porque el amor es eterno,
porque el amor nos hace libres.
“Te quiero Papá”
© 2022 Juan Manuel Samaniego OcaÑa - "Mañana tendrás un nuevo amanecer"
Todos los derechos reservados.
Comentarios & Opiniones
Muy sincero
Que preciosas palabras, hablan del noble corazón de ese hijo adorador de su padre, de sus enseñanzas, de su herencia como hombre bondadoso y querido, que decir? gratamente complacida con la lectura, saludos cordiales, buenas tardes.
Los relatos se encuentran basados en experiencias reales de la vida misma del que las suscribe. Supongo que trascendentes para muchos, pero quizás tan sensibles para para otros, como lo fueron para mí. Feliz lectura y mil gracias por leerlas.
Comenta & Vota