Poesía de Qetzal Dasein

Hace 9 años
Bestias
Dentro de mi se escondenLas últimas de las cariciasDe un asesino japonésDe un mutilador empedernidoCriaturas de hierro fundidoNo sé por qué no las traje conmigoEstamos sentados, contemplamosCreamos una especie de mounstroQue se alimenta de nuestra dichaDe nuestros jugos vitalesNo quiere abandonar la sectaConquistame con una mordida en la sien

Hace 9 años
Para Qué Hablás?
Presiento tu llegada, oigo tu caidaY me estremezco ante tu imponente serenidadSomos la culpa, somos la llegadaDe un ángel de la muerte que perdió su manzanaCreemos en todo aquello que nos recuerdaA nosotros mismosA esa parte de nosotros que evitaConversaciones molestas y poco productivasEl erizo de mar lanza la primera preguntaLos ciegos aplaudenEn el fondo de la catacumbaRecide el último hombreEn el fondo de la lunaRecide la última mujerY juntos verán llegar el último

Hace 9 años
Abrid
Tu llanto perpetuo me enseñóA condenar todo aquelloQue por obra y graciaDe mis errores trivialesEs hoy parte de miCreciente es la lunaQue compartimos los dosEn esta noche taciturna,Épica y de bajo presupuestoIntentaría revelarteMis secretos más embarazososPara que puedas obtenerAquella pieza faltanteDel rompecabezas de nuestros sentidosHabitable es el corazón!

Hace 9 años
Gregorio el Depravado
Me encontré con Gregorio un viernesFue el tercer viernes de dicho mesOh Gregorio, tus ideas me cautivanEn la deep web, en la cama, en el roperoTus ideas inundan mi imaginario localLa lateralidad de nuestras carasPasame la posta, pasame la pelotaGritaban desde lejos las sirenasTratando de advertirnos acerca del finalEl final que a todos espera tras la habitaciónAquella de la que no se puede salir ni entrarEs ahí en dónde todo toma formaEpilepsias en bandeja, bandeja de plataGregorio se siente incómodoIncómodo por él mismo

Hace 9 años
Manifestación de la Musa (icosaedro)
Grandiosa elocuencia la tuya querida heroínaQueridisma personificación de la putrefacciónMe engañaste y me encantó, me sometiste a tu esquizofreniaAgarrame de los hombros, de los hombres, los animales mentalesCráteres por doquier, se ahogan los niños pequeñosEstremecidos por sus gritos, forman un coro espléndidoCriatura de pocas y de varias y de ningunaEl análisis que corresponde no me respondeQuién soy yo para exigir algo más de esta “realidad”?Altos ecos trasnochan y beben café de máquinaDe la máquina de los sueños inconscientemente lúcidosY así llegamos a la perfección, a lo que todos temenA eso que llamamos eco cuando no tenemos palabrasTodo está por hacerse, grandiosa elocuencia perdidaPerdida de mierda, jamás te vas a encontrar