Almohada es mi pecho

poema de Ser

Por donde comencé
Nadie lo sabe
Sé que fué el mar
Quien despertó mí amor
Y Deseando lo interminable
Todo acabó...
Visité a un desconocido
Resultó un Viejo amigo traidor
En su desdicha hay olvido
y su abrazo no da calor.
El concilio vital esfumó
A esta cultura enferma
Para luego despertar y saber
Lo que nos espera...
Tanto es sensible
Tanto es honesto
Tanto es oportunidad
Y Una maravilla empañada
Nunca es real.
Como lo fué ese parpadear
Que nos trajo aquí
Para dejarnos brillar.
Brillar sin resplandecer
Sin cegar.
Hablar para deformar
Lo que una mirada sabe
Que lo demás está de más.
Así morí, para nada particular
Perdiendo motivos
para ganar voluntad.
Ahí te ví
Sin tener que atisbar
Una recompensa que se encuentra
En esa fina línea final
De la vida y el mar.