Ya no estaba ella

poema de Piereh Antoni

Así se encantaron,
al verse en frente,
sus mejillas tan rojas.

Fue amor imprevisto,
reflejó en sus pupilas,
fueron tan inocentes.

Y que poco duró,
todo su sueño,
de pronto cayó sin él.

Cada pared fue de papel,
cientos de cartas tiradas,
cada plan que juntos hicieron.

Y que poco duró,
el día final una tarde llegó,
sin avisar se fue.

De tanto amor
solo queda una tumba,
un alma, un par de flores.

Se fue volando al cielo,
con su corazón,
con cada promesa,
se marchó sin querer.

De tanto amor
solo quedan recuerdos,
un fuego casi extinto.

No supo vivir sin su amor,
no supo qué hacer,
ya no estaba ella
y no quiso vivir.

-----
Más en www.pierehantoni.com