Malala la impertinente
Él bien la conoce a ella,
Que es mala como la yerba;
Muestra la risa en público,
Y en lo íntimo le aterra.
Muy bonita es Malala,
Mucho más tiene de fiera;
Que bien le sienta el nombre,
Va a desengañarse Gérard.
El vecindario ve a diario,
Cuando el se va el otro llega;
Histérica dicen ellos,
Que el malo es él, dicen ellas.
Gérard tiene un mayorazgo,
Con su mujer bien se lleva;
Policía, que entre rondas,
Deja saludos si él fuera.
Salió ausente por trabajo,
O por compras a la tienda;
Vuelve el marido una noche,
Cuando Malala no espera.
Ve su mesa en buen arreglo,
Al de uniforme en la cena;
Suena la radio y el parte,
Gérard come lo que queda.
—¿por que tan tarde mi hermano,
Contigo a comer se queda?;
Desde la cama Malala,
Simula y dormida queda.
El día es nuevo y conversan,
Lo de anoche se entierra;
Presta anticipa jugada,
—¡temprano volviste Gérard!
—problemas en el trabajo,
La empresa seguro quiebra;
A la dama no le agrada,
Noticia que le aterra.
Llegando, la placa brilla,
Echando en su amor tierra;
En eso a Gérard cel timbran,
Llamada queda en espera.
Se cruzan ellos miradas,
Miradas que miden fuerzas;
El poli espera que él parta,
Al phono sale en dos ruedas.
Ya poco importa que pase,
Y que, su hermano quisiera;
Cuando el menor esta lejos,
Un chisme que no se inventa.
—¡si!, Gérard tiene un amante,
Malala estática queda;
Un sol rojizo se pone,
Pintando fúnebre escena.
Vuelve en la noche a su casa,
Patrulla esta en su acera;
Luces casi apagadas,
Tiene la llave la puerta.
Rodea hasta el fondo y entra,
Ventana encuentra entreabierta;
Ve el uniforme en el piso,
Y en la mesa su beretta.
Su pecho torna marchito,
Ya pa' él su yerba esta muerta;
Ya sabe Malala es mala,
Lo sabe el barrio... más Gérard.
Hace tiempo que no llama,
Noticia ninguna llega;
Se vuelve desesperada,
Con la ley ve si rastrea.
Supo que solo alquila,
También nueva compañera;
Le arde la frente imagina,
Eriza el pelo la fiera.
Cae en casa del astado,
Gérard prefiere no verla;
Ella entre llantos y ruegos,
Lo embauca y le marea.
—¡vamos querido perdona,
Persona no hay que mas quiera;
Vuelve... a casa y te juro,
Juntos hasta que te mueras!
Regresan a casa y charlan,
Aunque él mucho no desea;
Sospecha, algo prevé,
Pone su palabra a prueba.
Acto seguido entra al cuarto,
Cama, Malala se encuera;
Gérard sobre ella se estira,
Metiéndose entre sus piernas.
¡crees que soy esa puta!,
¿ingenua como esa perra?;
Cuchillo en cuello la punta,
Fría hasta el mango le entierra.
Mentón, cogote y costillas,
Pasionalmente reitera;
Saca el puñal y se baña,
Bajo un cuerpo coladera.
Candente sangre le brota,
Torrente tibio se hiela;
Tocando el gélido cardio,
Negra en su pecho se seca.
Noticias televisivas,
Informan como si fuera;
De un testimonio allegado,
Que el difunto violento era.
El barrio conmocionado,
«que mal parido ese Gérard»;
Mas bien lo sabe Malala,
Y quien en tele lo viera.
Agustin Percivale
Comentarios & Opiniones
Me atrapó tu relato hecho poema. Buen trabajo, coterráneo. Saludo franterno. Un gusto de lectura.
fraterno*
Me alegro mucho que le guste
Me encantó no pude dejar de leer hasta el final.Saludos y estrellas poeta
Historia bien narrada, casos de la vida real, te quedó espectacular, un placer visitarte, abrazos cordiales, buen día.
La belleza de Malala...atrapa,....como también sus deseos....Mundo bajo....zona roja...el marido sale...al cabo otro entra...Se ve llegar el desenlace...La sangre y muerte ronda..Gerard...Porque?...Bella tu narrativa poética..!! Saludos poeta..!!