Heimwee
poema de Patricia Ospina
Me gusta la familiaridad
de tus ojos brujos
y marco cambiante.
Me gusta el mismo café y su chocolate,
porque ya fui errante.
También efímera.
Porque vi el apocalipsis
de las estaciones al salir el sol.
Y la luna ya no suena a tren.
Y mis huellas marcadas en la tierra
no conservan forma,
ni yo la de esos pies.
Y como si fuera norma
vivo al revés,
aferrada a recuerdos
de la mujer en bicicleta
y el gigante inquieto.
Me perdí camino a casa porque tenía cinco
y fui a la sexta por indecisión.
Quería una razón y un "ningún lugar".
Un techo para la nostalgia y un altar
para la copia única del tiempo
que muere sin plañidera.
Añoro deleitar tu olor de madera,
usar tu pecho de venda y abrigo
y en una sinfonía de cigarras
volverte mi testigo.
Comentarios & Opiniones
Precioso poema, y bella voz!
Muchas gracias, Nancy. :)
Saludos. Felicitaciones por su excelsa obra y muy grata declamación. Es un placer deleitarse con su arte mixto. Reciba mi amistad y todo mi respeto.
Muchísimas gracias, Metacrak. Sepa que su arte mixto es también lo que más me cautivó de la obra suya. Mi amistad y mis respetos para usted también. Un abrazo.
Amanece en los ojos de aquellos que besan un hálito de muerte sempiterna. La fuerza es la ternura más complicada de emular.
Muchas felicidades por tus versos.
Gracias, Rogervan. Un abrazo enorme.
Bella obra y preciosa voz. heimweh? Ya tienes al lobo, de seguidor...
Me alegro por ti.
Saludos y abrazo por tu añoranza.
Hasta nueva obra.
Muchas gracias, Mars. ♥ Muy amable eres por dedicarme un ratico de tu día.
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