Algo ha muerto

Algo muere dentro.
Algo apesta a olvido. ¿Sera la negra estela de frivolidad que me han dejado tus últimos besos? Tan secos como pétalos muertos entre las páginas de un viejo libro. No siento el peso de tu alma abrazando la mía, como solía hacerlo cuando de amor en ti me desojaba. Se que algo está mal, he visto nuestros planes flotando sobre al agua, tan inertes como un trozo de caucho partido. Siento mi levedad desprenderme del suelo; y mi cuerpo se entrega al viento como un globo soltado por un apático niño. Y así, frágil como una burbuja viajo para visitarte, temiendo reventar por alguna de tus punzantes miradas sin anhelo. Compromiso, lástima, soledad, tristeza. ¿Que de todo aquello te mantiene conmigo? Necesito saberlo, estoy harto de sentir el frío de invierno en plena primavera. Quiero creer que sí tus sentimientos navegan soltarás el ancla en mi.
Llevo días parado en este puerto. Esperando que la luz de tus ojos alumbre de nuevo mi estadía.
¿Será que mi presencia se asemeja a un dejavu? O mi visita comienza a hacerse de rutina. Siento ser repetitivo como el ciclo de la luna, quizá tampoco soy eterno. Sobre todo sí mi vitalidad se deshidrata al pensar sí "seguirás armándome mañana". Siento ahora una sequía. Ayúdame a refertilizar la tierra donde deberían germinar nuestros recuerdos, relatados por los árboles que solían escondernos del adiós. Dime que exagero, dime que sí habrás de amarme al despertar. Dime que no te irás como las nubes , lento y a paso triste sobre el inalcanzable cielo. Dejando tras una tormenta a mi pesar.