A mi muerte

Desde hace unos días vengo y te miro, me miro y estamos perdidos, estamos solos, tristes, arruinados. No eres tú amor ni tu correcto juego de extremidades purísimas, ni tus ojos dulces que me estremecen en madrugadas de exacta soledad, no, no es eso.
Es este fuego que me va quemando a cada paso, oliendo a muerte, sabiéndome perdido, doloroso y condenado a no estar aquí, a quedar allá sin ti, haciéndome polvo, comido por gusanos; allí en el suelo postrado, encamado, encarnado en abedules y flores de loto, encerrado en 100 kilos de madera podrida, ya seco, ya perdido, ya iniciando mi eternidad sin ti amor.

Comentarios & Opiniones

María del Rocío

Excelente!

Critica: 
Manuel Orozco Romero

Gracias María :)

Critica: 
María Cruz Pérez Moreno -acnamalas-

Manuel muy hermoso lo que nos compartes.

Critica: