-Querido padre-

Querido padre que estás en los cielos.
Santificado sea tu nombre,
que no vi cobardía en tus ojos,
cuando el reloj agotó su arena.
Hombre de bellísima calavera,
seducido por la parca joven,
fin te dio el amado y blanco vino,
postrado en tu lujurioso altar.
Me provoca tristeza tus enojos;
atrapado en espino de alambre,
la armadura de metal de carne,
abatido como un gran titan.
Aullaste como los feroces lobos;
mudez se oye del lejano enjambre,
nadie escuchó tus sagaces llantos,
que penetran en la sutil copa.
Querido padre que estás en los cielos,
que amaste aquella tierra perdida;
la vida se te fue arrebatada
por un huidizo rayo cobarde.
En otra estrella escriben tu nombre.
La vida gira entre verdes perlas;
El brillo verdoso del cometa,
que pasó a eterna juventud.
No es mi llanto el que quiere recordar,
que en otra vida más tu descansas;
lamiendo tus feroces heridas,
que tanto daño te han causado.
En mi sueño muere tu bella voz,
despertarme puedes cuando quieras,
no olvides que habito en la tierra,
donde aquí dejaste corazones.
Comentarios & Opiniones
Versos profundos y cristalinos, diferentes en el contexto del Mesías, hacen pensar además de ser bellos y originales, un gusto leerte y conocerte Nicolás!!!
Gracias Gotzon un placer amigo, espero que nos podamos leer y compartir la poesía que tanto nos apasiona; un enorme placer conocerle!!
Increíble bro
Excelente Nicolás, buen día.