PARA CAROLINA ESTE SONETO

poema de MANUEL

El brillo de tus ojos fue el sol
Ese sol inmenso y eterno
Que combatió los fríos vientos de mi otoño
Y entibió las aguas heladas y voraces de mi invierno.

Tu risa
Fue la hermosa y fresca brisa
Que calmó el calor de las tardes del verano
De nuestro verano
Del verano en que nos amamos
Del verano invencible y mágico
Que nunca olvidaremos
Y que en su recuerdo
Tanto odiaremos
Y tanto beberemos.

Tu pelo de trigal
Hermoso y puro como las hierbas de tu sur
De la naturaleza en todo su esplendor
Sin necesidad de arreglos
De cortes ni cambios de color
Sería como tapar el color de una rosa
Y siendo tú la rosa más hermosa
Es necesario que vistas sólo de amor.

Carolina
Niña de tantas tardes
Niña de tantas mariposas
Niña de las tantas cosas
Que hoy a mis ojos nublan
Y que a mi corazón turban.
Aún en el olvido
Y en el curso de otras historias
Que mi desolado corazón ha urdido
Te amo más que ayer
Es mi soledad del alma
La que me lo hace saber
Y este grito nadie atiende
La gente camina, pasa, corre
De amores poco entienden.

Ya no visito las calles de nuestros besos
Eran jardines que mares cubrieron por completo
Y las flores que sembramos
Me dan cada letra de este soneto
Soneto en medio de la lluvia
Del frío y la soledad
Del café que se enfría en mi mesa
De esta vida de la que ya no espero sorpresas.

Carolina
Tu alma juega en cada latido de mi pecho
Tu risa, tu pelo, tus ojos
Se me vienen como si las estrellas cayeran sobre mí
Y quisiera tomarlas y tomarte
Pero se esfuman porque son parte de este sueño
Que soñamos juntos tantas veces
En medio de calles distintas
A las comunes de mis días
Contigo mujer
Tan ajena y tan dentro
De la existencia mía.