El puerto del adiós

Era una simple herida
O la huella de una caricia inofensiva
Sus labios aclararon el cielo gris al tocarla
Y bastaban para sanarla
El Rocio bañaba el cuerpo de la musa
Quien de noche parecia pálida flor
Le dio el frio una razón para correr hasta el amanecer
Para correr y abrazarlo y sentir el calor de la guerra roer en su pecho en ruinas
Vestida de negro su alma andaba
Aunque su piel era piel de luna
Sentía que el sentido habia perdido
Tras la despedida del sol de sus días
Y que negar el dolor no servía
Dijo todo el que la vio pasar
Andaba pues con tez desgastado
Y el Corazon forjaba una remienda más
La acompañaba hasta su puerta el recuerdo
La dejaba sola continuar
Que llegase tierna a su cama
Que le hiciera el amor a sus penas
Cayó el amor como hoja en otoño
Y nadó hasta ella el olvido
Haciendose un espacio en su orilla
Arrastrado por el oceano de sus tristes ojos.
Comentarios & Opiniones
Bello estilo y forma en tu poesía, un gusto pasar.
Saludos
Gracias pablo es un gusto verte por aquí. Saludos
un gusto leerte
Bellisimo poeta. Bella y triste.. Estrellas para vos poetisa.