EL SOLDADO

poema de Jorge Loyola

El soldado

Estrellas.
millares de candelas titilando sobre el negro terciopelo.
Se esfuerza por refugiarse en pensamientos con imágenes que le den una sensación de calma, entonces, aquel cielo del campo, se transforma en un mar apenas acariciado por una brisa fresca, que mueve suavemente las aguas, mientras una luna de enero, hace brillar las crestas de las pequeñas olas; otras veces las estrellas más grandes, son los fueguitos de los pastores, que brillan en la llanura, velando a los rebaños que pacen en la quietud de la noche.
Pero la realidad lo sacude por momentos y entonces las luces en el cielo se tornan en los fuegos del campamento del ejército enemigo, que espera el alba para presentarles batalla, o es una lluvia de flechas encendidas que cae sobre sus filas, mientras avanzan hacia donde la muerte los espera.

Esta noche la cruz del sur se mueve muy lentamente.

Recuerda entonces a su familia; grandes mesas donde los hombres cuentan sus azañas en las guerras en las que han estado; su abuelo, su padre,sus hermanos mayores; todos han formado parte de algún ejército que marchó por América del sur, luchando contra ingleses o realistas españoles.
Todos rien, beben y brindan por el honor de la familia; honor que más de una vez fué regado por el el tibio fluir de la sangre.

Todos estaban allí la víspera de su partida, abrazos orgullosos, duras palmadas en su espalda, mujeres llorando emocionadas al ver cómo el muchacho se conviertía en hombre.

El abuelo tomó el sable que cuelga en la pared a la que da la cabecera de la mesa, y que todos han llevado como un estandarte de la familia, donde fuera la batalla, y sin mediar palabra, en medio de un silencio seremonial , lo puso en sus manos, luego de un momento que reafirmara lo solemne del acto, todos levantaron sus copas y brindaron por el nuevo soldado.

Aqui está, esperando el momento de partir a la lucha, mientras sostiene el sable en sus manos, lo observa como buscando en el, ese valor del que tanto le hablaron sus mayores, ese fuego interno que hace que el cuerpo sienta las ancias de marchar contra el enemigo.
La luz de una fogata,dibuja en su tienda de campaña, la sombra de un gran soldado empuñando su sable; observa esa imagen y piensa, que eso es lo que ven los miembros de su familia, la imagen agrandada de la realidad, tal vez el es la gran sombra proyectada por el fuego de la gloria de sus mayores .

Siente frío, sus piernas no han parado de temblar, su corazón late con tanta fuerza que le es difícil respirar, quisiera uhir de allí, pero la deserción caería sobre su apellido, como una descarga de cañón, está entre dos frentes, detrás de las colinas, los realistas, y hacia el otro lado el honor dela familia; hacia un lado morirá peleando y hacia el otro morirá si no lo hace.

¡A caballo.!!
La orden lo hace saltar , un sudor frío le corre por la espalda, monta con dificultad, su piernas siguen temblando.
Mientras suben la colina, ve su muerte de muchas maneras , sablazos, ballonetas entrando en su cuerpo, metralla.
Por fin está sobre la sima, desde allí puede ver las formaciones que esperan el ataque,
El terror lo envuelve, torpemente desenváina, mira la hoja del sable y ve en ella los rostros de sus mayores, todos están allí.
¡A la carga!!
Inconscientemente espolea su caballo y lanza un alarido que busca alejar el terror que siente. Aprieta con fuerza la empuñadura alza el sable, ya no ve ni escucha nada, solo se deja llevar por el animal que corre colina abajo.

Todo es vértigo, confución, ya no respira, ya no es dueño de su cuerpo, una nube de humo blanco cubre todo el frente de las filas enemigas; siente un golpe en el pecho que lo saca de su montura y cae de espaldas en el barro.
No hay dolor, se toca el pecho y siente casi con alivio la sangre que lo cubre; por fin la pesadilla termina.
Aún tiene el sable en su mano, lo aprieta contra su pecho, como abrazando a quienes mañana alzarán las copas brindando por un miembro más de la familia que cayó peleando valientemente

Comentarios & Opiniones

Jorge Loyola

Gracias por su comentario, siempre es un gusto recibirlos.

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María Cruz Pérez Moreno -acnamalas-

Jorge gran escrito nos presentas, ha sido un placer la lectura. Gracias por compartir. Buen Lunes.

Critica: 
Jorge Loyola

Mil gracias María Cruz .
Un gran abrazo.

Critica: 
Cálamo Azul

interesante recorrido de letras,felicidades.

Critica: 
Jorge Loyola

Muchas gracias mi amigo, un placer recibir tus comentarios.
Abrazos.

Critica: 
Celeste Alma

Una verdadera encrucijada... Por un lado, mantener ese honor tradicional de la familia y por el otro su natural temor humano...
Este tema es amplísimo! Son varios los cuestionamiemtos que nos hacemos ante esta situación...
En lo personal, creo que

Critica: 
Celeste Alma

La muerte es parte de la vida, por lo tanto no debe temerse. El temor debe ser a no vivirla plenamente y sobre todo como queremos vivirla cada quien .
Cuantas veces esa guerra y toma de decisiones se da en otras situaciones de nuestra vida...

Critica: 
Celeste Alma

Y, como este soldado, nos vemos frente a un camino bifurcado...y hay que decidir !
Bueno ...que tu obra da para mucha conversación ...
Muy bien !

Critica: 
Xio

Estupenda, no tengo otras palabras, que manera mas conmovedora de narrar el tormentoso pensamiento de un soldado que por primera vez se enfrenta con la guerra, con el honor de la familia, con el orgullo de los que han peleado y con el miedo a la

Critica: 
Xio

muerte que acecha en todo momento...que gusto poder disfrutar de nuevo ese tremendo talento que tienes para narrar historias, un abrazo mi querido gaucho, feliz noche amigo.

Critica: 
Jorge Loyola

Querida amiga que gusto leer tus comentarios, siempre espero tu visita.gracias por estar siempre
Un gran abrazo genia querida.

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