Que noche, soledad

Canciones nocturnas:
Rutas abiertas, se preparan los cuerpos
para abordar y navegar con un barco invisible
tantas mareas de puertas y habitaciones
que parecen decididas
a jugar a acompañar la nostalgia infinita.

¿Donde están las fronteras?
Tal vez, solamente tal vez,
esta casa tiene demasiados callejones
que se dispersan entre piezas y pisos;
Recuerdos y memorias que toman formas
de grandes oleadas de huéspedes nocturnos.

Entonces comienza a volverse desesperante
el correr frenético
desde un encuentro querido a otro indeseable;
Puertas con caras, puertas de espalda;
puertas color piedra
que juegan a golpear por todos lados
estos barcos oníricos

Y las ventanas ofrecen en sus marcos dos camas:
En una duermen cigarros abandonados,
En otra remedios que mitigan la resaca,
que de hecho, he olvidado cuando he ido a llenar un vaso de vino
que se pueda convertir en salvavidas
(otra vez)

Y llegan infinidad de pájaros de agua
a hacer grandes conciertos en las ventanas
y en su forma estrellada, los reconozco:
son lagrimas que quieren habitarme,
olas que conozco, llantos que conozco

y súbitamente, seguido al encuentro
las paredes corren agitadas
con los ojos cerrados, golpeando todo por delante
para resaltar un poco mas mis grietas
y empezar a llenar el barco de agua

Y el capitán ha abandonado!
Gritan todas mis voces.
Está el suelo lleno de sus mascaras
Y en el espejo solo queda un rostro
irreconocible, que insiste que soy yo.

Pero no le creo, pues sus labios están pintados
con rouge y con pena,
y en su defensa me dice
que lo ha besado la noche
y que se siente abandonado;
entonces yo pienso,
lo conozco, me rindo:
soy yo.

Pero de pronto el sol comienza a abrir las pupilas
Y ha dejado de ahogarse.
y en un gesto de paz ha enviado
un hombre amarillo a salvarme del aguam
que ya estaba por llegar a las mejillas
y ahogarme

Y el hombre del espejo
se resigna a solo parpadear y quedarse dormido
para despertar en otro lado con mis ojos,
en mi cama

y fortuitamente ante el hecho,
corre toda la casa a esconderse
Y todos los cuerpos y formas
Vuelven a los lugares que deben:
El cigarro a la boca, la pastilla a la mano
y la noche al fondo de mi vaso

Que noche! ¿O no, soledad?
es que acaso hemos tocado fondo?

Comentarios & Opiniones

LOCO

Hermoso y nostalgico... Me encanto tu obra

Critica: 
Artífice de Sueños MARS

Interesante.
Saludos.
Siga escribiendo.
Hasta nueva obra.

Critica: 
Harry Jr.

Muy agradable lectura con interesantes metáforas.

Critica: