Lineas a tu nombre

Una noche más, en mi cama, me uno otra vez, lentamente a la soledad.
Una noche más, de muchas mas...
Comienzo a escribirte, las líneas son para ti, la luna llora conmigo, los truenos pareciese fuera el cielo que se compadece de mi, que me grita ¡Ella se fue!
Mi cama es para dos, mi único acompañante es el recuerdo, tu recuerdo.
Una noche más, estoy aquí.
Una noche más, el recuerdo de tus ojos es la única luz que alumbra la oscuridad de mi habitación.
Pareciese que estas aquí, a mi lado, conmigo.
Estas lejos, estoy sin ti.
No lloraré, me repetía una y otra vez.
Al cabo de unos minutos, una lágrima, se resbala por mi mejilla, una lágrima que, si bien... Es por ti, en parte, es por mi, por mi soledad por estar tan devastado, por no sonreír.
La presencia de tu ausencia, la ausencia de tu presencia, da lo mismo, en ningún caso estas aquí, regalándome tu mirada, el brillo de tus ojos.
Imprégname el olor de tu piel, Es mas poderoso que el perfume mas caro.
Transpórtame al cielo dejándome contemplar el inmenso paraíso que reflejan tus ojos.
El sol, mi eterno enemigo.
La luna, mi única amiga, mi compañera en esas noches eternas bañadas en los recuerdos de tu mirada carismática.
De fondo, logro escuchar aún tu linda y tenue voz.
El mundo se transformó en un lugar frio, las personas ya no importan, solo tú. Ni siquiera importo yo, solamente tú.
Tú no eras una persona, eras la persona. El mundo sobraba, la humanidad estaba de adorno, si yo estaba a tú lado, Bastaba para sentirme el hombre mas acompañado, pues el ver tus ojos significaba un viaje lejos de la realidad, de esta simple existencia, al reflejarme en ellos, por un instante podía saber el significado de la vida, y era poder estar contigo para consentirte, para decirte que te amo, para abrazarte, para sentirte.
Tú eras el amor de mi vida, yo lo sabía, yo lo podía sentir. Ahora, la brisa del aire me llena de nostalgia, de preguntas, de arrepentimiento, del perdón. De dolor.
Podre hablar con miles de personas, podrán decirme mil y un veces que les importó, que me quieren. Podrán hasta tal vez decirme un "Te amo".
Pero no me importará, serán insignificantes, pues yo te dije eso y más, y mírame ahora, sin ti. Extrañándote, escribiéndote, llorándote, amándote.
Una noche más, en esta simple existencia, esta torpe realidad, esta insignificante y ridícula humanidad.
Tú eras mi humanidad, mi realidad, mi existencia... Y era la mejor existencia.
El peso de mis errores no me deja avanzar, me tienen sedado, me ha dado una sobredosis de arrepentimiento, el mar es un charco de lluvia comparado con el océano de lágrimas que derramé por ti.
Es mucho mas doloroso que tu indiferencia y rechazo, el no saber nada de ti.
Mi padre una vez me dijo "No te enamores" ¿Tenía razón? ¡No! O ¿Si?
¡Por supuesto que no! Los hermosos recuerdos, el estar con quien en verdad amaste, el sentirte aliviado con un simple abrazo, no tiene justificación, vale mil veces más el recuerdo de tus ojos, que una eternidad completa sufriendo por tu ausencia.
Regálame una última mirada, un último beso, una ultima caricia, un último adiós.
Pudimos haber envejecido juntos, pudimos haber muerto juntos, pudimos haber volado juntos, pudimos haber escapado de esta asquerosa realidad, pudimos haber pasado los mejores momentos, dejando en ridículo las comedias románticas, pudimos superar nuestros problemas siendo uno...
Pero mírame ahora.
Mírate ahora.
Sonríe, sonríe como si fuera el maldito fin del mundo, pues así, al menos tendré la seguridad de que estas bien, de que tu mundo marcha bien.
¿Mi mundo? Mi mundo terminó. Fuiste mi apocalipsis.
El silencio de tu voz, es mas poderoso que el grito de agonía mas fuerte.
El recuerdo de tu amor, es mas eficaz que cualquier antidepresivo. Es mi medicina.
¿Te parezco ridículo? ¿Te parezco exagerado?
Me pareces hermosa, me pareces un maldito angel, tus ojos me parecen mi paraíso, mi droga, de la cual ansio con locura una sobredosis.
Ven y abrázame, no tienes nada que perder.
¿Yo?
Yo ya perdí todo, te perdí a ti.
(I)