"Pero siempre estuve muerto"

poema de Frank Ruiz

Tal vacío abismal no sólo habita en mi almohada,
también en mi pecho, también en mi mente.
Las acolchadas plumas de porcelana me recuerdan a una felicidad
que tuve en mi pasado y que ahora adolece mi presente.

Dulce mirada, pupila fúnebre color nube,
¿Por qué te despides de la anhelada alegría?
Si tanto la quieres no la dejes ir entre llantos.
Sé muy bien que la cicatriz se quedará por siempre;
y que la niñez, a través del retrovisor, es una hórrida agonía.

Amargura, ahora que te conozco tanto, no sé porque huyes.
Yo no quiero decirte adiós y menos ahora que hemos hecho nuevos amigos
desde que Llanto se marchó dejando una sequía en nuestros corazones.
Hoy siento que no necesito a nadie más,
no quiero al sol, detesto el viento, aborresco el suelo
y desprecio a todas y cada una de las estrellas.

Todas, todas y cada una de éstas cosas me recuerdan a cuando era niño,
todo brillaba, la infinidad era un azul cerúleo bañado en caramelo
y derrepente ese caramelo llenó de caries mi techo estrellado,
ensució mis blancas vestiduras con su maldad azucarada
y mancilló un pedazo de mí,
haciéndome descender en el más oscuro cielo silente.

Léanlo completo en mi página. Allí hallarán también otros poemas: http://frank-ruiz.webnode.com.ve/poemas-y-escritos/