No estudié preparatoria porque el profe dijo que yo era muy inteligente para la materia.

Con los pies atados, signo de cruz, mi brazo derecho de niña clase media abrasada por los estereotipos y clichés mexicanos, escribo acerca de la anarquía y libre derecho de expresión en el que el sistema retrógrada y estúpido en el qué un gobierno lleno de ratas, mentiras, muerte y sangre inocente derramada a diario nos quiere inculcar y nos quiere meter de relleno desde los cinco años, generación tras generación con la misma mentalidad idiota en la que nos quieren hacer creer que México es un país libre y soberano ya, ¡A la mierda la constitución y la libertad de expresión! Pero mi mano izquierda de joven sin zapatos, sin comida que llevarse a la boca, sin posibilidades de superación en una colonia marginal, hablo acerca de mi derecho a estudiar y de lo importante que es la educación en esta vida de mierda en la que un niño aprende primero a manejar un celular que a decir gracias y adiós. Y en una coalición mutua se ponen de acuerdo y deciden que siempre he sido y fui una mierda para la escuela, jamás puse atención a clases y siempre preferí aprender y leer por mi cuenta antes que por un libro al que más de una vez le encontré uno que otro error ortográfico, sin embargo aunque jamás fui buena en eso de las matemáticas, ciencias y demás materias del sistema, siempre pero siempre defenderé como obligación la educación en la niñez, porque en este país lleno de corrupción y novelas en el 7, el conocimiento es la mejor arma contra la ignorancia en la que nos quieren hundir.