Desahogo, la agua que se desborda....

Llevo tiempo cumpliendo normas,
me siguen afectando...
Me siento en culpa y lo más grave es que algo en mi no ha cambiado,
sigo siendo el viejo yo,ese podrido por hacer feliz a los demás...
Una palabra, una mirada mueve algo en mi y las cadenas se vuelven entre mis manos, con una voz que se escucha:"Pobrecita o Pobrecito piensa en él o en ella y no les hagas sufrir".
Todo parece muy humano y solidario pero detrás de todo esto se esconde algo muy pero que muy tóxico y muy venenoso que es el perderte a ti mismo por hacer feliz a los demás o por complacerles.
El nuevo Yo está apareciendo, golpeando fuerte a ese viejo "compasivo" que en realidad no quiere serlo pero ha vivido toda una vida escuchando esa voz que le terminó menando dentro y haciéndose proprio de él.
Ese viejo se está yendo pero aún duele cuando aparece porque lleva mucho tiempo dentro como una herida que nunca sano y se quedó seca del dolor y resignada a no ser curada.
Ese viejo sabe todo y no hace nada, no pudo hacerlo, vivió demasiado tiempo alimentando a los demás, ahora el nuevo aparece para mostrarle el camino y hacerle ver la luz del amor propio, ese que se mira en el primer lugar, alimentándose de sus ideas, de sus valores, de sus verdades y de sus propias decisiones, dejando atrás mucha gente en el camino,familia,amigos, actitudes que antes te harían pensar e incluso hacerte sentir mal, ahora no, cada decisión es un yo que ha despertado, un yo que piensa en él y en su bienestar, dejando atrás mucho dolor en el camino.
El foco ha cambiado dirección aunque a veces se de la vuelta y sufra por lo que ha vivido, no busca más culpables, se responsabiliza de los errores cometidos y acepta la gente que ha podido causar algún dolor en ese viejo podrido y desvanecido que grita "auxilio" por todo lo vivido.
He sido víctima, he sido niño, he pasado mucho pero no puedo quedarme aquí, no es mi sitio, tengo que luchar y seguir alimentando a ese Yo florecido, dejando atrás todo eso para soltar las piedras, quitarme la mochila y continuar sin nada, vacío y desnudo para poder empezar como un niño recién nacido a escuchar, observar y ver lo que quiero y lo que no lo tiro al pozo de los objetos perdidos, no quiero perderme ahora en mi laberinto prohibido, empieza el nuevo juego, me preguntó...si estoy listo?.