Teorema Del Yo
Cuando paso a paso y a traspié de lo vivido me toca interpretar
un ángulo obtuso en el camino,
mi alma trigonométrica, desfallece en su interpretación del todo
y termina con la intersección de sus lados infinitos...
entonces, soy una figura construida a la necedad del espacio,
un diseño en fluctuación disonante,
un párvulo número que a corva de los elementos
agita su cantidad innecesaria al azar.
Cuando a traspié de lo vivido...
la conmutación de mis cantidades siempre me resultan ser yo mismo.
Ignoro entonces el final, y me resumo a una ecuación equivalente
resolviéndome los números imaginarios ahí en el paso a paso,
ahí; en el la longitud del camino,
ahí; en el intervalo ponderado,
ahí; a la extenuación de una cifra algorítmica.
Cuando paso a paso y a traspié, el binomio resulta siempre el mismo
me toca la inventiva de nuevas aristas que en la singularidad
solo cambian mi forma geométrica.
No hay giro de rotación en esta grafica vital,
ni intercepto cardinal en mi mundo cartesiano,
pues solo soy un número ordinal,
una conjunción de rasas cantidades en permutación,
una secuencia de medidas ordenadas, un elementalísimo deductivo,
una solución refrescante de los otros
que en cada segmento rectilíneo que padezco solo abrazan un sueño infinito.
Cuando paso a paso y al traspié de lo vivido me toca interpretar un destino
mi alma de teorema resuelve los ejercicios, contando horizontes de polígono, a la forma del cero mismo, ahí al borde del camino.
Comentarios & Opiniones
Muy buena obra, saludos
gracias.