Tarde de martes

Tu sonrisa vibra como una cascada,
como la lluvia que revitaliza,
como el zumbido travieso de la vida en mi oído izquierdo,
como el sol que tímido conduce mi mirar,
como el viento que se embelesa con tu cabello,
y ese sempiterno dilema de las mañanas citadinas:
Dar el si al estrés,
o el no a la invasión de la bulla;
y, aún así estás en esa calma
que es mi hogar:
Por ahora... por ahora,
preciosa hija de la luna...

Singular mañana que envuelve,
que envolverá,
que se difumina en el horizonte,
que se aferra en el recuerdo,
permaneciendo en la cosmogonía de este universo efímero,
que evoluciona,
que se transforma en un tiempo sin segundos,
en la entidad primigenia
como aroma de una nueva realidad...

Como magia inherente a lo vital.

La tarde es la vecina que se acerca;
el día ha madurado,
sin embargo, siempre serás la misma verdad.

De verdad,
tan cierta como la luz.

Comentarios & Opiniones

La Dama Azul

Caballero, un gusto la lectura de lo vuestro.

Reciba cordiales saludos.

Critica: 
Centinela Azul

Gracias por su visita singular dama...

Critica: