En la noche , mis manos con hambre de caricia de ti

En la hambrienta noche de caricia,
mis manos buscan una piel que amar,
en la noche que grita y clama
una mujer que amé para colmar.

He aquí tu cuerpo y tu miel,
he aquí mis manos y su pincel,
sólo sé amarte con todo,
ámame pues tú también...

Sabes que mis manos y tu piel
durante cada momento del día
forman una simbiosis perfecta y fiel.

Yo quiero amar,
tú sentirte amada,
déjame en ti calar
la caricia sagrada.

He aquí tu cuerpo y tu miel,
he aquí mi dulzura en tu sien,
sólo con besos sé amarte
ámame pues tú también.

Y en la noche viviendo tu ausencia
mi manos piden toda clemencia
¿por qué no la acaricias?
¿por qué no te alimentas
de su néctar y esencia?

¡He de vivir sin su piel!
¡he de aceptar ya una vez
que sólo debo acariciar
a quien me de su querer!
¿cuándo lo entenderéis?

Mis manos serán para toda mujer
que ame realmente y de verdad,
pasarán dificultades, morirán de sed,
no lo sé, aún guardan ternura
y mucho amor que dar.

He aquí tu cuerpo y tu miel,
he aquí mis manos y su cincel,
sólo sé darte forma con todo,
ámame pues tú también...

No moriré sin la caricia
no moriré sin codicia
por el tacto de la piel
que una vez amé.

Licencia creativa.Derechos reservados.
Madrid, España. 30/032015
Daniel Plans Dimanuel