A nadie pediré permiso por mi nostalgia.
...
Yo no me voy a avergonzar de mis tristezas
de mis colores
ni de mis flores regadas en el suelo,
de mis nostalgias sobrevivo.
Extraño la calle en la que nos dejamos
donde gritamos “teamo” en la orilla de Loja
y yo lloré junto a tu muerte y junto a tu bicicleta.
Sigo pegado al día en que me contagiaste
y estuvimos enfermados
y luego tu moriste en mi poesía
yo aún existo a pesar de eso, existo a partir de eso,
de eso soy yo
A nadie pediré permiso por mi nostalgia.
Yo doy todo porque eso soy
No hago milagros para que me ames. No eres eso.
¿Acaso morimos por otras cosas?
Se dieron guerras, luchas de paz y sombra, me quitaron el pan
la poesía, el agua, regaron mis libros
desesperaron a mi madre, me echaste del país
deshicieron mis ropas, torturaron a mis palabras. Ninguno
de estos actos
me sacan de tu casa donde yo me veo llorando
¿Qué pájaro sonoro se me cae cuando tú me dijiste adiós?
¿Y que poeta hijo de puta me sacará del dolor
de esta dictadura de soportarte lejos. Allá en esa musculatura
de tu ausencia, donde te entregué
250 libros y más de tres crepúsculos que no miraste?
No éramos perfectos, ni este país que no está lanzado
a las violetas; sino a las minas
al carbón de las relaciones, pero así estoy.
Preparado para la guerra
para tu ejército, pese a que yo no tenga armas.
Pero era de estar, como un golpe militar
de mis venas hacia tus miedos y hacia los míos, las veces que
fui niño
las veces que te hice hombre entre mis caricias; las veces
que me quisiste, las veces que yo te quise. Ningún
perfume de animal
me sacará de la mente que yo di todo, a este país
a tu manito, a tu casita, a tu inteligencia tan poca.
Es justo que yo tenga melancolía
a esas cobijas que me miraron, que yo miré
que yo deje mi calentura entre tus manos y almohadas
y no me diste ni un signo de comida.
Nada podrá enturbiarme.
Es justo que yo te extrañe, porque siempre nos quisimos así
yo te quise así, siempre dando más,
yo de tú, tú de mi yo
Dolidos ambos del dolor que el uno le hacía al otro.
Callados en la selva del sur.
¿Porqué siempre nos quisimos así?
Yo no me voy a avergonzar de mis tristezas
ni de mis libros entregados a tu nombre.
Comentarios & Opiniones
Poderosa manifestación de nostalgia y resistencia. Sus versos intensos, como "aún existo a partir de eso," encapsulan una lucha emocional que se enfrenta al dolor y la pérdida sin vergüenza. Es honesto y profundamente humano. Saludos y aplausos.
Sentidos versos poeta, es fácil perderse en vuestras letras.
Maravilloso, sincero, leal y dolido ante un gran amor que se marcho, que abandonó la batalla no obstante a todo lo recibido y entregado y aquí está el poeta entregando en cada verso su esencia, un placer, abrazos cordiales, feliz día Alexander.
Una hermosa Loja llena de arte y un desamor cantado en poesía.
A nadie le pidas permiso para sentir.
Saludos poeta
Gracias por todos esos comentarios y si, la vida es una constante entre el sentir y el ser, pero a veces también el desaparecer y estoy en mi momento de sentir. y SENTIRÉ con todo mi ser y de eso escribiré
Es fácil perderse en temas distintos, es letras qeu gritan lo que uno desea. Bienvenidos a mi mesa poética